LA BATALLA… Y MUCHAS OTRAS COSAS
Tuvieron que atravesar
el río drac y el río de lava, pero al final consiguieron su objetivo, llegar a
Draconia.
Escondidos en las
montañas, esperaban el momento ideal para atacar. Mientras tanto, estudiaron el
entorno y a su rival.
Draconia era una tierra
inhóspita rodeada casi al completo por montañas, excepto al este, que estaba
limitada por el bosque de draconia y el río de lava.
Al norte, se
encontraban los impresionantes volcanes de draconia. Eran tres, y casi siempre
estaban activos. En aquel momento, sólo uno de ellos, el más alejado.
La tierra desértica y
rojiza estaba cubierta de restos de lava solidificados y cenizas. Incluso, los
árboles más cercanos estaban quemados, secos, o en un estado lamentable.
Además, el aire era casi irrespirable, pues los gases expulsados por los
volcanes lo impedían.
Sus rivales, los
draconianos, eran tan temibles como los esperaban. Toda aquella tierra estaba
cubierta de ellos. Como se decía, los había de distintas clases, y como los
dragones, se diferenciaban por el color de sus escamas, de tantos colores como
las de los dragones.
Aunque el grueso del
ejército se encontraba en el exterior, debían tener su base en el interior de
las montañas y volcanes, porque toda la pared de ellas estaba cubierta de
orificios que servían de entrada y salida a los draconianos. Seguramente, todas
ellas se comunicaban entre sí mediante galerías internas.
El ejército humano esperó a que llegase la noche para atacar.
A la orden del Rey
Mónkchar y el general Silvan los gruesos de cada reino se dispersaron entre
las montañas para atacar por diferentes frentes.
Aunque cogieron a los
draconianos desprevenidos, no lo hicieron del todo, pues gracias a Ízmer sabían sus intenciones, y estaban esperándolos. Con todo, nunca supieron en que
momento exacto serían atacados.
Lana, aunque no había terminado su aprendizaje junto a Edna, ya
era mejor ilusionista que Eléndil, pues había alcanzado el nivel cuarto de
ilusionismo.
Llegado el momento,
decidió posponer su aprendizaje para otra ocasión, pues se sentía preparada
para realizar en La Gran Universidad de la Hechicería, el examen para conseguir
la túnica gris.
Justo cuando alcanzaron las montañas
entre el bosque de ignion y Draconia, Eléndil y Jorel se encontraron algo que
no esperaban… había un asentamiento de centauros alados. Exactamente igual que
los centauros, de diversos colores, con orejas de ciervo, pero con alas
situadas en la parte posterior, en la unión del cuerpo humano con el del
caballo.
No tardaron en
detenerlos y llevarlos ante el que parecía ser el cabecilla.
Les tuvieron que contar
porqué habían llegado hasta allí. Éste los creyó, pero les dijo que si
querían seguir tendrían que pagar por hacerlo, y que el pago serían sus
caballos.
No tuvieron más remedio
que aceptar.
Tras este incidente,
siguieron su camino.
Eléndil se acordó
entonces de sus amigas las águilas gigantes, y las llamó. Cuando llegaron hasta
ellos, se montaron cada uno en una de ellas, -las demás volvieron a lugar donde
provenían-, y atravesaron aquellas montañas.
En un santiamén,
llegaron a Draconia.
Vieron que el ejército
humano ya había llegado y había iniciado la batalla; así, que se unieron a
ellos.
Por otro lado, Kevin y Yúnik, una vez consiguieron dejar el
cementerio de dragones atrás, viajaron hacia el norte, dirección a Draconia.
-Ha faltado poco, eh Yúnik.
-Ya lo creo. Nunca había visto a Ilrahtala,
pero después de haberlo hecho, creo que la leyendas que se cuenta de él, deben
de ser ciertas.
-¿No habrás tenido miedo?
-Sólo digo, que a su lado yo parecía un
mosquito insignificante. Y por si no te has dado cuenta, sus ocho cabezas
exhalaban fuego e hielo. Y si nos llega alcanzar, ahora no lo contaríamos.
-Pues prepárate, porque lo que nos espera
dentro de poco, no es para menos.
Lejos de allí, en el reino de Longoria, las cosas para Éric y su
hermana Susan eran muy distintas.
Él tuvo que
esforzarse mucho en cada uno de los entrenamientos que seguía, pero gracias a
ello, a ojos de sus profesores mejoraba a pasos agigantados. Con todo, hubiese deseado avanzar mucho más rápido.
Ella, por el
contrario, al ver aprobado el examen, fue nombrada däisien. Ahora, además de
ser una de las damas de compañía de la reina, formaba parte del reducido grupo
de däisiens del reino de Longoria.
El barco que había partido de la isla de Valyon había recorrido
ya gran parte del Océano Aélfland. A bordo viajaban Mialee, Isilion, Guizbo, el
pequeño Joel, y el resto de elfos silvanos que regresaban a su pueblo. También,
la carroza real silvana, nueve unicornios, y sus primos elfos encargados de
dirigir el barco.
Tristan, Gúnnar y Jim buscaron aliados en cada uno de los reinos
del este que pisaban. En los sitiados les fue casi inútil, pues los
draconianos ya habían alistado a la mayoría de los disponibles. Pero su suerte
cambió en los reinos situados más al sur. Como sus habitantes y sus reyes
estaban al tanto de lo sucedido en reinos como Doeria, Rúln, Lírnaag, Ólnitor,
Mánzech, Sapion y Carian, se negaron a que a ellos les sucediese lo mismo.
Kalienon era el último reino invadido por los draconianos, y en estos momentos
se encontraba a punto de ser sometido.
Los reinos del este que
aún eran libres decidieron unir fuerzas ante el enemigo.
Pero además, el
bárbaro, el enano y el kender formaron una banda bastante numerosa con
integrantes de cada uno de los reinos, para atacar por sorpresa a los carros de
suministros de los draconianos… en los caminos, o en cualquier otro sitio; para de esta manera, intentar parar el avance de éstos hacia el
sur. Es lo menos que podían hacer, hasta que acabase la batalla que enfrentaba
a los reinos del oeste con los draconianos, en Draconia. Una vez acabada ésta,
ya avisarían al reino de Longoria, de la situación en los reinos del este.
Láslandriel e Ilene
volaban junto a los avens por encima del los árboles del bosque de draconia.
Los eawoks también iban con ellos, sujetos por los hombres-pájaro.
Volaban muy despacio,
pues los árboles, los más altos de todo el mundo de Shakával, hacían que
tuvieran que volar a mucha altura, y dado que se encontraban cerca del Paso de
Hielo, a aquella altitud hacía mucho frío y los músculos de las alas se
agarrotaban. Pero de todos modos, la distancia a cubrir no era demasiado larga;
así, que en poco tiempo llegarían a Draconia.
¡Uy! Yo me lo pensaría dos veces antes de enfrentarme a un draconiano si es como lo que pinta la imagen, je, je, je. Pronto se desatará la batalla... por suerte Eléndil y Jorel llegaron a tiempo. Kevin y Yúnik están en camino como los ángeles, los avens y los eawoks. Tristán, Gúnnar y Jim han reunido bastantes fuerzas...
ResponderEliminar¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh! ¡Falta un capítulo para terminar...! T-T ¡No quiero! Je, je, je, je. El viernes que viene se acaba... Y bue, todo lo bueno tiene que terminar alguna vez ;-) je, je, je. ¡Saludos!
Sí, es como pinta la imagen. Los draconianos no son idea mía. Están basados en los draconianos de la mega saga Dragonlance con la que tanto disfruté hace unos años cuando la leí.
ResponderEliminarYa sólo queda la batalla...
Gracias por estar siempre ahí, leyendo mis escritos.
Un abrazo.
Uffff, qué poco queda para que empiece la batalla. Los bandos se han empezado a preparar. Por un lado el ejército. Por otro, Kevin que ya llega con su flamante armadura. Tristán & cia que asaltarán los carros con los suministros de los draconianos, Lana que ya está a punto de convertirse en túnica gris y los ángeles que también están llegando. (Y ahora no sé si me dejo a alguien! es que son tantos...)
ResponderEliminar¡Ya está todo listo! ¡A por esos mamones de los draconianos! jejeje
Qué emoción... me muero por saber qué pasará, aunque creo que lloraré cuando llegue al final, porque será el último capítulo....
¡Hasta ahora!
Pues son tantos, que ni yo mismo caigo si te dejas alguien atrás... Jeje.
EliminarA por ellos...
¡Empieza la batalla! ¡Preparados!
ResponderEliminarLa verdad es que me hace mucha ilusión leer esta última batalla del primer libro... aunque ya se acabe.
Saludos ^^
Espero que no te decepcione. De todas formas, si no te gusta el final, me conformo conque te haya gustado este primer libro en general.
EliminarSaludos.