DARKICE
Después de muchos
días de viaje, el ejército de los elfos oscuros consiguió llegar a la fortaleza
de Ízmer.
Tras cruzar el río de lava, habían dejado los barcos
negros en el río, cerca de Doeria, y luego,
marcharon la gran mayoría a pie, y un reducido grupo en sus caballos negros.
Dentro de la fortaleza
negra, en el interior de la torre, éste estaba buscando algo que
no encontraba.
-Sobrino… ¿no sabes
dónde está aquel libro de magia que estuve leyendo el otro día? -preguntó el
elfo oscuro a su reciente aprendiz, Ellorion.
Éste que tenía unas
ganas terribles de aprender a dominarla, lo había
cogido para echarle un vistazo. Por eso su tío no lo encontraba.
-Verás… lo tengo yo. No debí cogerlo, pero
lo vi allí, sobre la mesa de tu escritorio, y pensé que no pasaría nada si le
echaba una breve ojeada -respondió, algo nervioso.
-¿Sabes porque te escogí como mi
aprendiz?
-Quizás porque no tienes ningún hijo, y yo soy
la única familia que te queda.
-No, nunca te habría elegido mi aprendiz, sino
hubiese apreciado en ti, las cualidades necesarias. Te pareces mucho a mi
cuando era joven. Eres inteligente, calculador, amas la magia, y posees unas
cualidades innatas para aprenderla y practicarla. Además, por lo que veo, no te faltan ganas; pero ese no es el camino. Para estudiar libros
de cuarto nivel como éste, antes debes aprenderte los de primer, segundo y
tercer nivel. Y para practicar magia, antes debes equivocarte. ¿Entendido?
-Sí, tío. No volverá a ocurrir.
En
ese preciso momento, alguien llamó a la puerta.
-Ábrele sobrino.
Éste lo obedeció, y un guardia se dirigió a Ízmer:
-Su majestad, ha llegado alguien, ¿le hago
pasar?
-Por supuesto. No me hagas esperar más -le
advirtió.
Instantes después, entró
por la puerta otro elfo oscuro ataviado con
armas y armadura.
Pasó por el
lado de Ellorion, sin dignarse a saludarlo. Y ni siquiera se molestó en
mirarlo, aún cuando para entrar dentro, estuvo a punto de tropezar con él, al
pasar por su lado.
Sin embargo, ya habían coincidido antes, en varias ocasiones. Era el general de los elfos oscuros.
Tenía una larga melena
de pelo blanco y liso, y de sus puntiagudas orejas colgaban aros de plata.
Sus ojos de color azul
oscuro tenían una mirada que inspiraban terror y miedo, porque en ella se
vislumbraba la crueldad, la frialdad, y la maldad de su alma.
Su piel como la de
cualquier otro elfo oscuro, era blanquecina; y aunque tenía los cabellos blancos
y el entrecejo marcado con arrugas, sólo tenía ciento ochenta y seis años, unos
treinta y siete si fuese un humano.
Aunque medía un metro con ochenta y ocho, se inclinó y mostró sus respetos, besando la mano de su señor.
-Me alegro de verte, Darkice -expresó el brujo-. Eso
significa, que mi ejército ha llegado.
El nombre del general elfo, hacia honor… a su alma, su raza, y su lugar de origen, porque
significaba, Hielo Oscuro.
-Venid y acercaos al mirador. Veréis vuestro
ejército ahí abajo.
Ízmer, su sobrino
Ellorion, y el guardia, quedaron sobrecogidos cuando llegaron hasta el final
del mirador de la torre.
Abajo, junto a los
guerreros del caos que había custodiando la fortaleza, había un ejército
inmenso.
-Estoy impresionado -manifestó el brujo.
-No es para menos, este ejército tiene siete
mil elfos oscuros. Cuando usted mande, marcharemos a aplastar a esa miseria de
humanos.
-Creo que ahora si estamos en clara
superioridad. Pero aún no es el momento, antes la Lahmia tiene
que acabar de reunir el suyo; cuando lo haga, enviaremos primero su
ejército de proscritos. Y cuando menos lo esperen y estén debilitados,
llegaréis vosotros y acabaréis con ellos. Mientras tanto, esperaréis aquí, a
que os dé la orden de marchar.
-De acuerdo, pero estoy impaciente por acabar
con esos insectos.
Tras decir esto, se retiró a paso rápido, al tiempo que su cota de malla y su armadura plateada
sobre tejidos violeta y negros, resonaba en toda la estancia, al son de sus
andares.
De su cintura colgaba
una “espada bastarda”, y tras su capa con capucha negra, colgaba un “arco largo
compuesto”; y en su antebrazo tenía un brazalete de cuero, con tres “shurikens
venenosos”.
Me ha surgido una duda: ¿El nombre de Ellorion tiene algo que ver con Elrion de Memorias de Idhún? Estaría genial que decidiera "seguir su propio camino", aunque no sé si eso es lo que pasa, eso solo lo sabes tú.
ResponderEliminarLa lucha se avecina, que emoción :)
Un abrazo.
Jaja. No. Lo dices porque se parece el nombre, y además, está el hecho que también es un mago malvado.
EliminarSu nombre es inventado, y en el personaje me inspiré en Dalamar de la saga Dragonlance. Quizás siga su propio camino, pero no en este libro, en éste es tan solo es un personaje secundario, pero irá cogiendo mucha más relevancia en los otros dos libros de la trilogía, sobretodo en el tercero y último. Para la lucha aún queda mucho, no comienza hasta el capítulo 25, puedes verlo en la enciclopedia del libro http://jbaenac.blogspot.com.es/2012_09_01_archive.html donde aparece el indice de capítulos, además de muchas otras cosas. Un saludo. Nos leemos.
me gusta la descripción de Darkice. Se pone interesante.
ResponderEliminarGracias. Sí, cada vez queda menos para la primera gran batalla.
EliminarEl mal se va organizando y ese tal Darkice se ve muy amenazante.Muy bien descrpito, por cierto. ¿Falta menos para la primera gran batalla? ¡Sí!
ResponderEliminarEn el comentario anterior cometí un error: no es en el segundo libro donde sale el Kraken, es el tercero. Sucede que, como dije antes (sino entonces es la primera vez, je, je), "Preludio del caos" al principio no estaba concebido, pero por cuestiones que no mencionaré porque me explayaré demasiado tuve que escribirlo a la fuerza y por eso en mis registro este libro está mencionado como "Libro 0" aunque sea el primero.
Con respecto a los cinco años, es el tiempo en que tardaré de publicarlo, aunque puede que más. Quizá cuando terminé de publicar "Preludio del caos" completo el siguiente lo haga en dos publicaciones semanales.
En fin, buen capítulo y saludos.
P.D.: sobre el reto no sé si llegaré a leer todo hasta mañana. Anoche tuve un golpe de inspiración y adelante bastante con respecto a "La guerra de los condenados" y usé el tiempo restante a seguir leyendo, je, je, je. Pero quien sabe...
Hola. Sí, Darkice es un guerrero temible. La primera gran batalla como ya mencioné en otro comentario comienza en el capítulo 25. Y es épica, a más no poder.
EliminarAhora entiendo lo de los cinco años.
Sobre el reto, tranquilo, era una forma de picarte y motivarte para incentivarte a leerlos.
Saludos
¡Buenas!
ResponderEliminarLos malos se están terminando de organizar... ¿Pero cuántos son? ¡¡Si solo de elfos oscuros hay 7.000!! No lo van a tener nada fácil, me parece a mí. Y si encima la Lahmia tiene que juntar a los suyos... Uff... pobretes, espero que al menos de buenos haya unos cuantos más ;)
Un capítulo algo cortito, pero me ha gustado. En particular, me gusta Darkice. Su porte y su frialdad (un malo malísimo). Creo que es un personaje que puede dar mucho juego, ¿no? A ver con qué me sorprendes en los próximos capítulos :)
¡Ah! Que termines de pasar un 2014 lleno de magia y entres en el 2015 con muchas ganas, para que esté lleno de cosas buenas ^^
¡Abrazo fuerte! Y besitos jejeje
Son muchísimos. Porque hay muchas razas y monstruos al servicio de Izmer. En esta batalla utilizará 7000 elfos oscuros y 5000 proscritos. Pero comparados con todos sus demás sirvientes, no son nada. De los buenos no recuerdo muy bien cuantos se juntaban en esta batalla. Pero así, así.
EliminarSí, es un personaje que me gusta mucho, la imagen que te motivo para leer esta historia era él. Podía dar mucho juego pero ahora veo que no lo aproveché todo lo que debí.
Gracias, igualmente. Pero creo que por ahora mi familia vamos a entrar en el 2015 con faringitis de origen vírico.
Un abrazo. Besitos no te mando porque te vaya a enviar el virus. Jeje.
Vaya! Qué mala suerte! Bueno, pues descanso y espero que se os pase pronto :)
ResponderEliminarY gracias por no pasarme el virus XD
Abrazooo ^^