domingo, 6 de abril de 2014

Lectura. El Ciclo de La Puerta de la Muerte 3. El Mar de Fuego.





Libro 3. El Mar de Fuego 






Título original: Fire sea (volume 3 the death gate cycle).
Autores: Margaret Weis y Trazy Hickman.
Traductor/a: Hernán Sabaté.
Editorial: Timun Mas.
Precio: Sobre 12 euros.
Número de páginas: 435.
Número de mapas: 4.
Publicación original: 1991.    






Argumento 



El tercer libro, El mar de fuego narra el viaje del patryn Haplo a Abarrach, el mundo de piedra, un planeta donde el sol es el núcleo de él. Por ello, nada hay en el exterior salvo hielo. Y en su interior, ahora sólo es posible la vida cuanto más cerca te encuentras del núcleo. Sus habitantes son los sartán, aunque han perdido su magia y han adoptado la nigromancia para conseguir mano de obra muerta.

 




Opinión 


Este tercer libro creo que sí es realmente bueno y es el que me ha llevado a pensar que los que hablan de esta saga como lo mejor de Weis y Hickman llevan razón.

Esto se debe a que se descubre mucho sobre el tema principal de la saga: la historia sobre los patryn y los sartán. Además, el patryn Haplo comienza a cuestionarse su lealtad hacia Xar el Señor del Nexo y su rivalidad con el sartán Alfred y los demás sartán en general. Ambos, Haplo y Alfred tienen que ayudarse mutuamente para salir vivos de este mundo, algo que cambiará sobretodo al patryn. También está el perro de Haplo… hay algo en torno a él que se me escapa; no sé, pero me da la sensación que es algo más que es un simple perro.


De nota le pongo un 9.


Bueno, queridos seguidores, creo que lo realmente interesante se centra en los tres últimos libros… así que, estoy desando leer el cuarto para comenzar la trilogía final.
 
 

Lectura. El Ciclo de La Puerta de La Muerte 2. La estrella de los elfos.





Libro 2. La estrella de los elfos




Título original: Elven star (volume 2 the death gate cycle).
Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.
Traductor/a: Hernán Sabaté.
Editorial: Timun Mas.
Precio: Sobre 12 euros.
Páginas: 417.
Número de mapas: 4.
Publicación original: 1990.





Argumento



…El segundo libro, La Estrella de los elfos narra el viaje del patryn Haplo a Pryan, el mundo del fuego, un planeta inmenso, con un núcleo de fuego como La Tierra, y una abundante jungla que cubre casi en totalidad el planeta. Sus habitantes, los mensch: elfos, humanos y enanos viven repartidos en grupos; los elfos y humanos en las copas de los árboles y los enanos en las proximidades del suelo. Pero además, están los titanes que destruyen sus pueblos sin razón alguna.






Opinión


Este segundo libro creo que es entretenido, cumple su misión pero no me dice mucho más.
Eso sí, sirve para conocer otro de los cuatro mundos y la historia de sus habitantes. 
Me enganchan dos cosas de él... el personaje de Alethea, la seductora elfa (Thea); y la otra, es la relación entre elfo Paithan (su hermano) y la humana Rega.
La nota que le pongo es un 6.
Bueno espero que la saga mejore cuantos más libros lea, pues el puzzle se irá completando y la historia se irá haciendo más interesante.








Lectura. El Ciclo de La Puerta de la Muerte 1. Ala de Dragón.


Libro 1. Ala de Dragón





Título original: The death gate cycle 1. Dragon wing.

Autores: Margareth Weis y Tracy Hickman.
Traductor: Hernán Sabaté.
Editorial: Timun Mas.
Precio: 12 € Tapadura.
Páginas: 512.
Número de mapas: 4.






Argumento

El primer patryn que fue capaz de cruzar la famosa  Puerta de la Muerte, llamado Xar, encuentró tras ella una hermosa ciudad deshabitada llena de libros en idioma sartán, llamada Nexo.
Xar descubrió a través de esos libros que el mundo original fue dividido en otros cuatro, y se enteró además de las características de esos mundos y la conexión que tenían entre sí.
Entonces Xar comenzó a tejer un plan con el cual conquistar los cuatro mundos, para vengarse de sus enemigos los sartán, y volver a unirlos en un mundo para gobernarlo.


La historia se sitúa varios años después de que este patryn consiguiera llegar al Nexo.
Xar ahora se hace llamar el Señor del Nexo, y ha alcanzado un gran poder. Además, ha pasado los últimos años volviendo a entrar en el Laberinto para ayudar a salir a otros patryn, con lo que ha conseguido formar un ejército de varios cientos.
Siguiendo su plan, manda a su mejor discípulo Haplo a cada uno de los cuatro mundos, con varios objetivos:
-Examinar cada uno de los mundos.
-Averiguar qué ha sido de los sartán.
-Sembrar el caos en los cuatro mundos para preparar la llegada del Señor del Nexo.


A partir de esto, se desarrolla una apasionante historia llena de sorpresas, en la que se va descubriendo qué pasó con los sartán, porqué el Laberinto se hizo tan cruel y, desde luego, si los patryn conquistan los cuatro mundos o no.
De modo que Haplo comienza su misión viajando a Ariano, el mundo del aire.
Ariano es un mundo de islas que flotan en el aire, donde humanos, elfos, y enanos luchan por el control del bien más preciado: el agua.
Estas islas flotantes están divididas en tres niveles: el Reino Inferior, donde se encuentra el reino de los enanos, que durante interminables generaciones han vivido para  sustentar una máquina llamada la Tumpa-Chumpa, cuya misión en ese momento se desconoce; el Reino Medio, donde viven en constante guerra racial los elfos y los humanos por tomar el control de la poca agua dulce que se puede encontra en Ariano, y que es un derivado de la acción de la Tumpa-Chumpa; y el Reino Superior, apenas habitado, donde subsiste un grupo reducido de hechiceros humanos llamados misteriarcas, que dadas las malas condiciones del lugar, comenzaron a morir.






Allí, en este mundo, otra historia de menor relevancia comienza. La historia de Hugh "la Mano". Hugh es un humano, un antiguo monje kir convertido ahora en asesino a sueldo que va a ser ejecutado por un crimen del que es inocente, debido a que fue convenientemente elegido cabeza de turco.
En el último momento, Hugh es salvado de morir decapitado. Su salvador, Stephen, el rey de los humanos... el motivo, encargar al asesino una misión especial: asesinar a su hijo, el príncipe heredero al trono. "La Mano" accede a asesinarlo sin saber que su víctima es un chiquillo de diez años de un excepcional encanto, llamado Bane.

Tampoco espera encontrase con el criado del príncipe, que parece saber más de lo normal sobre asuntos de magia… y sobre el mundo.
La misión le lleva a recorrer todo el  Reino Medio, donde es descubierto por una nave elfa que va camino a Drevlin, continente de los enanos. Descubriendo además, que el niño no es quien creía, ni lo que parecía ser.
En Drevlin Haplo, el patryn, estuvo a punto de morir al estrellarse su nave (que aunque con runas es muy débil), con el Torbellino, quedando ésta casi destrozada. Él y su perro, sin embargo, quedan inconscientes.
En ese momento entra en la historia un nuevo personaje, un enano de nombre Limbeck que buscando refugio para que no le alcanzasen las lluvias torrenciales, los rayos y los grandes granizos de las tormentas que suelen haber en su reino, descubre la nave y rescata de su interior a Haplo y su perro, salvándolos.
Este enano es un revolucionario, que no cree que debe seguir la tradición de su oficio de familia en familia, o de generación en generación. Quiere adentrase en cuestiones más profundas sobre la Tumpa-Chumpa, y formula preguntas como la finalidad de la máquina, su creador, o el motivo.
El pueblo de los enanos que viven para servir a la Tumba-Chumpa empieza a cuestionarle, y las autoridades enanas comienzan a temer de que haya una revuelta… por lo que enjuician a Limbeck, y lo expulsan, mandándolo abajo; sin embargo había una tradición: tenían que enviar al acusado en un pájaro de madera y si sobrevivía, los dioses lo habrían perdonado, pero si moría, los dioses habrían hecho justicia.
Cuando Limbeck divisa la nave, empieza a creer que realmente existen los dioses y que lo estaban esperando para hacerle justicia por rebelarse al gobierno de los enanos. Sin embargo, al descubrir que la nave no aterrizó, sino que se estrelló, y que el dios de su interior Haplo, estaba malherido y podía morir, comienza a cuestionarse su primera impresión.




Opinión

He leído muchos comentarios sobre esta saga… elogios de todo tipo: que era una saga ambiciosa, impresionante, excelente, indispensable, de alta calidad, de una gran profundidad, con múltiples sorpresas, original, muy lograda, o con personajes realmente interesantes… y todos estaban de acuerdo en algo: que era lo mejor que habían escrito Margareth Weis y Tracy Hickman juntos… Los famosos autores de la saga inicial de Dragonlance, y otras sagas como: la Gema Soberana, la Espada de Joram, la Rosa del Profeta; además de otras sagas que han escrito por separado. Yo hasta el momento, soy más cauto y parco en elogios. Aunque creo que se debe, según los comentarios que he conocido, a que esta saga no es comprendida en su totalidad hasta que no se leen los siete libros. Entonces se tiene una visión en conjunto de lo que es en realidad, y  se aprecia de verdad lo lograda que está. Por el momento, de estos autores me quedo con la única saga que he leído de ellos, la Dragonlance.


En cuanto a esta saga: El Ciclo de la Puerta de la Muerte…
…El primer libro, Ala de Dragón narra el viaje del patryn Haplo a Ariano, el mundo del aire, por orden de Xar, el Señor del Nexo, para prepararle su posterior conquista. Sin embargo, la historia no se centra en estos dos personajes principales, sino otros personajes secundarios.

Me parece muy original la idea de cómo han planteado el mundo del aire (Ariano). Sus islas flotantes, y los distintos reinos… su geografía y los seres y animales completamente nuevos, aparte de los acostumbrados elfos, enanos y dragones. Y sobre todo la idea del Laberinto, el Nexo y toda la historia e intriga que lo rodea.
Me encantan las anotaciones a pie de página explicativas, pues ayudan a imaginar cómo sería, y dan veracidad a la saga.
El mundo está muy bien descrito, igual que cualquiera de los personajes (en esto se nota mucho la mano de sus autores).
Me gustan mucho tanto la historia de los personajes principales, los patryn el Señor del Nexo y Haplo, y sus aventuras en el Laberinto y el Nexo, como la historia de Hugh “la Mano”.
También tengo que comentar, sobretodo para los seguidores de estos autores, algo que me ha gustado mucho sobre los personajes… que es que en esta saga no hay buenos o malos, negros o blancos, como había en la saga Dragonlance; aquí ya hay grises en todas las tonalidades.

He de decir, que también hay algunas cosas que me gustan menos, sobretodo todo lo referente al Reino Inferior, el de los enanos. Me parece un rollo insoportable, aunque necesario, todas las explicaciones sobre su sociedad y la Tumpa-Chumpa.
Además, hubiese preferido que en las más de quinientas páginas del libro se hubiese priorizado por meter más aventuras y menos explicaciones. Esto no quiere decir que esté en contra de lo último, sino que el libro me ha sabido a poco en cuanto a aventuras, algo que creo que es la esencia de los libros. Así que tengo que decir, que no me ha llenado del todo.

De todas formas, creo que merece la pena leer el Ciclo de la Puerta de la Muerte, pues las cosas que me han gustado del primer libro pesan más que las que no. Y además, estoy seguro que cuanto más avance leyendo esta saga más me va a gustar, y más convencido voy a estar de haberlo hecho. Por el momento si tuviera que ponerle nota al primer libro le pondría un 7,5.






Lectura. Saga: El Ciclo de La Puerta de la Muerte


El Ciclo de La Puerta de la Muerte




Los títulos que comprende la saga son:


1.Ala de Dragón (Febrero 1990)

2.La estrella de los elfos (Noviembre 1990)
3.El Mar de Fuego (Agosto 1991)
4.El Mago de la Serpiente (Abril 1992)
5.La mano del caos (Abril 1993)
6.En el Laberinto (Diciembre 1993)
7.La Séptima Puerta (Septiembre 1994)



Precedentes

Siglos atras, la humanidad llegó a su auge: se alcanzó un conocimiento tecnológico increíble, pero junto con este se desarrollaron armas de guerra super-destructoras. Y así pasó lo que tenía que pasar: hubo una gran guerra que cambió el mundo tal y como hoy lo conocemos.
La consecuencia más importante fue que la magia regresó al mundo, así como múltiples razas hasta ese día perdidas: elfos, enanos, dragones...
Los enanos, elfos y humanos aprendieron a usar la magia convencional, pero no la más poderosa: la magia rúnica. Ésta estaba reservada a dos nuevas razas, ambas similares a los humanos: los sartán y los patryn.

Los sartán eran una raza de semidioses que al dominar la magia rúnica controlaban a las razas inferiores, los mensch: elfos, humanos y enanos. Los protegían incluso de sí mismos, en una forma de esclavitud más; aunque, más parecía una relación padres e hijos, que amos y esclavos.


Los patryn eran otra raza de semidioses que también dominaban la magia rúnica, y por ello, los sartán no podían controlar.


Ambas razas de semidioses se diferenciaban en su forma de usar la magia rúnica.

La magia rúnica sartán se basaba en bailes y gestos, y se canalizaba de fuera a dentro. En cambio la patryn, se basaba en runas pintadas en el cuerpo, y se canalizaba de dentro hacia fuera.
Pero no sólo eran diferentes en esto, sino en su forma de ver el mundo. Ambos querían dominarlo, sin embargo,  a diferencia de los patryn que eran muy ambiciosos, los sartán querían hacerlo de una forma más benévola, actuando como padres de las razas inferiores.

Ante la creciente amenaza del poder de los patryn a quienes consideraban enemigos y de baja catadura moral, los sartán decidieron cortar por lo sano. Para ello, pensaron destruir el mundo, para dividirlo y crear mediante sus magos más poderosos, otros cuatro mundos elementales comunicados entre sí, y dependientes cada uno de los demás.

El mundo del aire (Ariano), el del agua (Chelestra), el del fuego (Pryan), y el de la piedra (Abarrach).
Pero además, crearon un micromundo, una prisión que sirviera de reformatorio, llamado Laberinto, donde encerraron a los patryn.
En él tendrían que luchar por su supervivencia hasta que consiguieran salir de él, ya supuestamente reformados. Cuando un patryn consiguiera salir del Laberinto, llegaría al Nexo, otro micromundo donde podría vivir en paz, y donde no habría mensch que conquistar.
Todos estos mundos estarían conectados por una serie de puertas, siendo la más importante la Puerta de la Muerte.






Tras todo esto, los sartán se retiraron a dormir con la intención de despertar cien años después.
Sin embargo, no todo salió como ellos pensaron, porque el Laberinto, esa prisión que dotaron con su magia, se convirtió en un micromundo con personalidad e inteligencia propia.
Esta dura, cruel y mortal prisión, en lugar de regenerar a los patryn, los asesinaba impunemente.

Los sartán no despertaron cuando debían, y fueron pasando los siglos hasta que un patryn consiguió ser el primero en escapar del Laberinto y llegar al Nexo. Entonces, un sartan, en uno de los cuatro mundos creados, despertó al fin.


Ahora, debido a todos los siglos que su raza ha tenido que sufrir el Laberinto, los pocos patryn que consiguen llegar al Nexo, sienten un odio más allá de lo imaginable por los sartán. Y son los únicos que conocen la existencia de los cuatro mundos, además del sartán que despertó.




A continuación dejo los enlaces de las reseñas de cada libro. 




-Libro 2. La estrella de los elfos.

-Libro 3. El Mar de Fuego. 

-Libro 4. El Mago de la Serpiente.


-Libro 5. La Mano del Caos.


Proyecto Yhaerun.




Fantasía épica.

Es la saga de mi vida, la que más me gusta de todas, la que le pondré más cariño, en la que me esforzaré más y la que afrontaré con más seriedad.

Aún no sé nada del argumento. Sólo tengo varias ideas de algunos personajes, de las razas, de los animales que van aparecer, del mundo y de la magia. Va a tener el estilo de los videojuegos (Final Fantasy III, IV y XII; Soulcalibur, Last Chaos, Aion, La Leyenda de los Cinco Anillos, Runes of Magic, Silkroad o DeltoraQuest), de los animes (Doce Reinos, Thundercats, y muchos otros), de las películas orientales… tipo: Tigre y Dragón, Hero, La Casa de las Dagas Voladoras; o de los libros: Doce Reinos, Hijos del Dragón, Memorias de Idhún, Los Señores del Edén, Leyendas de Thaindor, o El Archivo de las Tormentas.

Pero aunque la saga beba de todas estas fuentes… sus animales y sus razas, con sus características y sus poderes… son sacados de mi imaginación.

Aquí os dejo el enlace al blog de la saga (si os gusta este proyecto podéis consideraros yhaenuritas, así que pinchad en el enlace, y una vez en el blog, dadle al botón azul de seguir):

http://yhaerun.blogspot.com.es/



Libro: Las Aventuras de Érdwill 1. La Espada Sagrada.



3º. Lo he acabado.

Fantasía épica y aventuras.

Comencé a escribirlo el 1 de enero de 2007. Lo dejé parado muchas veces, y lo volví a reanudar también muchas veces. 

Es el tercer libro que he terminado.

Lo que tengo terminado es el borrador inicial, ahora estoy pasándole otros tres borradores, y además una editora está pasándole la corrección final.

El libro consta de un prólogo, treinta capítulos y un epílogo capítulos.

Trata de la búsqueda de la Espada Sagrada... la única con la que se puede derrotar al tirano. En ella se ven inmersos tres jóvenes nacidos en el mismo pueblo. Nuestro protagonista, un guézlaad (en este caso, mestizo entre érdaag y yózak); una guerrera érdaag, y un aprendiz de mago yózak. Para poder encontrar la espada deberán separarse y vivir distintas aventuras, que al final les llevarán a un mismo lugar... donde se encuentra la Espada Sagrada.




-Mapa original.




Aún no he pensado como se llamarán los dos siguientes libros de la trilogía.

Libro: Tierras de Gyadomea 1. Las Tierras del Nuevo Mundo


2º que escribí.

Fantasía infantil (middlegrade) entre 11-13 años.

SINOPSIS 

Varios niños por separado, y de maneras diferentes, acaban en un mundo fantástico llamado Gyadomea. Sin embargo, éste está dividido en muchas tierras mediante barreras, algunas de ellas naturales y otras producto de la magia. Cada uno de estos niños aparece en un lugar distinto en este mundo, en los cuales se encontrarán con peligros y brujos a los que enfrentar. Mas no estarán solos; todos, de un modo u otro, recibirán ayuda.





Ficha del libro  



1ª Edición          
                
Título: Tierras de Gyadomea 1. Las Tierras del Nuevo Mundo.

Editorial: CreateSpace Independent Publishing Platform.

Páginas: 214 (en papel).

Año de publicación: 2015.

Ilustración de cubierta: José Baena Castel.

ISBN: 1512306576.

Observaciones: Primer volumen de lo que será una trilogía.








2ª Edición.


Título: Tierras de Gyadomea 1. Las Tierras del Nuevo Mundo.

Editorial: CreateSpace Independent Publishing Platform.

Páginas: 204 (en papel).

Año de publicación: 2016.

Ilustración de cubierta: José Baena Castel.

ISBN: 1539386766.

Observaciones: Primer volumen de lo que será una trilogía.







PRINCIPALES ENLACES DE VENTA (EXISTEN DE MÁS PAÍSES QUE NO HE PUESTO).


DISPONIBLE EN PAPEL EN:

Amazon.com (EE.UU).

CreateSpace eStore.

Amazon.co.uk (Gran Bretaña).

Amazon.es (España).

Amazon.com.mx (México).


DISPONIBLE EN KINDLE EN:

Amazon.com (EE.UU).

Amazon Europe (Gran Bretaña).

Amazon.es (España).

Amazon.com.mx (México).



OTROS ENLACES DE INTERÉS

-Puedes leer el primer capítulo pinchando AQUÍ

-Cuatro primeros capítulos en Wattpad.


-El libro en Goodreads.


-Mapa de Gyadomea. Las Tierras del Nuevo Mundo.

-Booktrailer de la primera edición.

-Reseñas:


   *Reseñas de la primera edición:
    
       -Reseña de "El Escritorio del Buho".

       -Reseña de "Miguel Angel Costa Tovar en Amazon.es".

       -Reseña de "Drawing The Music".

       -Reseña de "José Francisco Sastre García".

       -Reseña de "José Francisco Sastre García en Amazon.es".

       -Reseña de "Jorge Diez Miguelez, o Jorge DM, en Amazon.es".

       -Reseña de "Sumergidos entre libros".

       -Reseña de "A la luz de las velas".


       -Reseña de "Carme en Goodreads".

       -Reseña de "Nahuel Herrera en su blog Las Historias de Excalfing".

       -Reseña de "Lena García en Amazon.es".

       -Reseña de "Lena García en su blog Posada Fantasía".
 
    *Reseñas de la segunda edición:

       -Reseña de "Carmen De Loma" en Amazon.es".

       -Reseña de "Elena Llorente en Amazon.es".

   -Presentaciones:

       -Presentación en la Semana Cultural de Fuente Palmera.

Libro: Dragonstones 1. La Piedra Multicolor.








1º que escribí.

Fantasía épica juvenil a partir de trece años.

Comencé a escribirlo el 1 de abril de 2006, cuando tenía 27 años. Lo dejé parado muchas veces, y lo volví a reanudar también muchas veces. Lo terminé el 31 de diciembre de 2010.
Aunque pasaron cuatro años y ocho meses desde que lo comencé hasta que lo terminé... en realidad, tardé tres años en escribirlo.

Es el primer libro que he escrito. De modo que tiene muchos fallos, tanto de expresión como de todo tipo. De todas formas, aunque estaba muy verde, una editorial me ofreció una edición, y otra una coedición. Pero en las coediciones tienes que poner mucha parte del dinero.
En cuanto a la editorial que me ofreció una edición, no distribuía, es decir... tenía que vender yo la mayor parte de los libros. De modo, que preferí esperar. Al final, he decidido no publicarlo en ningún sitio salvo en mi blog, y en wattpad porque tiene muchas cosas de otros, y podrían demandarme si lo hago.

El libro consta de 47 capítulos. 

Trata de tres chicos que gracias a una piedra mágica son transportados a un mundo de fantasía. 
Deberán buscar la primera de las Dragonstones para ayudar a derrotar a las fuerzas del mal de ese mundo.

Si alguna vez reuniesen las ocho Dragonstones, podrían regresar a la Tierra.

MAPA Y CAPÍTULOS:



Además, pinchando en este enlace: Dragonstones 1. La Piedra Multicolor (Enciclopedia) podéis encontrar una enciclopedia del libro. 

Los títulos de .los otros dos libros de la trilogía probablemente serán:
 -Dragonstones 2. Tiempo de cambios.
 -Dragonstones 3. El destino de Shakaval.









Relato: El Pasado de Wylan de Ghylea.





Autor: Es mío. 


Es el segundo relato que escribí. Lo hice para participar en un concurso de visiones, pero no fue elegido. En un futuro será el prólogo de mi proyecto Wylan. El último kylonio.



EL PASADO DE WYLAN DE GHYLEA








  Wylan nació en el seno de una de las tribus bárbaras que existían en Ghylea, un mundo fantástico muy antiguo, cruel y despiadado.
Su tribu era la de los kylonios, pero existían muchas otras: la tribu de los thulsios, la de los kunesinos, la de los urios, y la de los yhytianos.
Se dice que nació en el año 35 de la Segunda Edad (periodo a partir de la formación de los nuevos reinos).
Kylonia, el lugar donde vivía su tribu, se hallaba entre unos picos situados al norte del Reino de Roden del Este, uno de los nuevos reinos, el más al sureste de Ghylea.
Los kylonios eran unos bárbaros que se dedicaban a dos cosas: forjar armas y utilizarlas en la batalla.
Aunque eran unos excelentes guerreros, vivían mayormente gracias a su habilidad en la forja. Trabajaban para el Imperio, que tenía su sede en el Reino de Tórnansut. Éste le proporcionaba el metal procedente de la isla de Grylla, al sur de Ghylea, en el Mar de Ashmar, y ellos se ganaban la vida fabricándoles armas.
Eran crueles y temerarios en la batalla, pero muy generosos entre ellos. Debido al clima caluroso que hacía en sus tierras vestían semidesnudos, tan solo cubrían sus pies, pantorrillas, y partes pudorientas, con pieles. El resto de sus musculados cuerpos lo llevaban casi siempre al descubierto.


Los kylonios no esperaban su llegada. Para ellos fue la primera vez de muchas otras. Sin embargo, a otros pueblos ya les había sucedido una primera vez, pero creyeron que solo eran rumores.
El Emperador llegó junto a sus dos esbirros y una pequeña tropa de su ejército.
No. Esta vez no venían a por armas. Él no se molestaría en eso. Siempre mandaba a uno de sus esbirros acompañado.
Los rumores eran ciertos.
Venían a llevarse a todos los bebés que hubieran cumplido su primer año. No querían a otros, solo a esos; y tenían que ser niños, nunca niñas.
Algunos padres intentaron en vano esconder a sus hijos, o incluso huir con ellos. De nada sirvió.
Entre el grupo de niños estaba Wylan. Su padre, un bravo guerrero conocido en toda Ghylea, intentó salvar a su hijo.
-Así que tú eres el Emperador –se atrevió a decir-. Decían que eras alguien muy poderoso. Pero yo te conozco. Estás algo cambiado, pero ya luché en el pasado contra ti, y no te tengo miedo -el kylonio desenvainó su espada. Pero no pudo hacer mucho más, porque el Emperador con un gesto de su mano invocó la magia negra y el bárbaro gritó de dolor, la espada se le cayó al suelo. Se miró y tenía la palma quemada.
-Era cierto todo lo que habías oído sobre mí. Ahora soy mucho más poderoso –se mofó el Emperador.
-No sólo es tu magia negra. Veo que tu corazón también ha cambiado. Es malvado. Antes, aunque rivales, luchabas por tu gente y no por lo que sea que luches ahora. Además, no recurrías a sucias artimañas. La magia negra es impropia de un guerrero.
-Ja, ja, ja –rió el Emperador-. Así que ese es tu hijo. ¡Entregádmelo!-le ordenó a sus esbirros-. Cuando lo tuvo entre sus manos, lo alzó para verlo bien –. ¿Cómo te llamas? –inquirió-.
-Wylan –balbuceó el bebé, luego intentó soltarse para volver con su madre.
-Es fuerte. Digno del mejor guerrero contra el que he luchado –dijo mirando al padre-. Separadlo del resto. Que se ocupe de él la Nodriza Superiora –le dijo a su esbirro al devolvérselo.


El Emperador se fue con su séquito como había venido. Los bebés marchaban en un gran carromato cuidados por las nodrizas.
Pronto dejaron el Reino de Roden del Este y se adentraron en uno de los antiguos reinos, Koshora.
Hicieron un único alto en La Escuela de Gladiadores de Shakoa, una de las seis escuelas de gladiadores que existían, todas pertenecientes al Emperador. Las otras eran la de Talhia, la de Thynau, la de Rhekya, la de Thorán, y la de Kroodan.
Luego llegaron al Camino del Este y pronto se adentraron en el antiguo Reino de Tórnansut. Al norte del camino por donde marchaban se encontraba el Desierto de Ghamorea, una gran extensión de arena en la que solo vivían elefantes, camellos, y unos extraños lagartos semejantes a lagartijas gigantes tan grandes como los primeros mamíferos mencionados.
El camino que transitaban les llevó al Camino Real, el cual no dejaron hasta llegar a Tórnansut, la ciudad del reino principal.
Los bebés serían criados hasta los cinco años por las nodrizas. Después, según sus aptitudes, se adiestrarían para formar parte del ejército del Emperador, para ser gladiadores, o simplemente se convertirían en esclavos.
Wylan sin embargo, sería criado hasta los cinco años por la Nodriza Superiora, como hijo del Emperador. A continuación, sería preparado como tal.
Y es que el Emperador no podía tener hijos.
Con todo, cuando Wylan tenía dos años, éste gracias a Darshiva, su hechicera personal, una de las guehdas (hechiceras que debían su nombre a la isla de la que provenían, una de las Tres Islas Malditas, situadas en el Mar de Morthun, al este de Ghylea), descubrió la única oportunidad que iba a tener para ser padre.
Entonces, la noche que el cometa surcó los cielos, el Emperador fue sometido a un ritual de magia negra por su hechicera, y gracias a ello pudo lograr su objetivo, manteniendo relaciones esa misma noche.
Para ello, eligió entre su harén de concubinas a su preferida, y con ella yació.
Nueve meses después nació una niña a la que llamó Akelasha.

Wylan que había aprendido a leer y había sido educado como se merecía por la Nodriza Superiora, cumplió los cinco años y comenzó su adiestramiento como hijo del Emperador. Pero a partir de entonces fue tratado por su padrastro de forma diferente. Fue mucho más duro y cruel con él que con cualquier otro. La exigencia a la cual lo sometía era casi inhumana.
Pasaron los años y cuando Wylan tenía diez años y Akelasha siete, ésta siempre adorada por su padre, decidió interceder por el que creía su hermano.
-Padre, ¿por qué eres tan duro con él? –le preguntó una vez.
-Algún día deberá ocupar mi puesto. Y sí, yo sé que no sabes lo que eso supone. Pero no es nada fácil.
-¡Hazlo por mí padre! ¡No puedo verlo sufrir más! ¡No lo aguantaría! ¡Es mi hermano! –gritó.
-¡En realidad no lo es! –se le escapó.
-¿Qué? –acertó a decir Akelasha, sorprendida.
El Emperador no tuvo más remedio que contarle la verdad a su hija, pero le hizo prometer que nunca le diría nada a Wylan
A pesar de ello, la niña sentía que debía decírselo al chico. De modo, que se lo contó.
-¡¿Por qué me ha hecho esto?! ¡¿Por qué nunca me dijo nada?! ¡No me quiere! Pensé que él era mi padre y tú mi hermana, pero no es verdad. Yo… -rompió a llorar-. ¡No quiero que sea mi padre! ¡No quiero ser su hijo nunca más! –dijo en un mar de sentimientos.
-Y yo -susurró Akelasha con la voz rota, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla. Wylan acercó su mano y se la recogió.
-No llores. A ti sí te quiero.
En ese momento entró el Emperador que había escuchado la mayoría de la conversación.
-¡Así que reniegas de mí! ¡Qué equivocado estás! –le dijo a Wylan. Luego se dirigió a su hija y le dio un bofetón.
-¡¿Por qué lo has hecho?! Ella si es tu hija. ¿Tampoco la quieres? –el chico se interpuso entre el Emperador y Akelasha-. No te dejaré pegarle otra vez.
-Me prometiste guardarme el secreto –le soltó a su hija, casi mordiendo las palabras-. Siempre te he adorado. ¿Por qué lo hiciste?
-Debía saberlo. Él siempre ha sido bueno conmigo –logró decir con esfuerzo.
El Emperador se retiró a su habitación personal.
Entonces, un rayo atravesó su cerebro como un calambre.
-¡Aaarrrggghhh! –gritó.
¿Por qué la he golpeado? Es mi hija. Yo no soy así.
¿Qué dices insensato? Has hecho lo que debías hacer. Te ha traicionado y merecía un castigo.
Sí, ¿pero pegarle? He sido demasiado duro. Ya no me querrá como antes.
No seas sentimentalista. Yo diría que te has quedado corto. El castigo debió ser más duro. Debes ser fuerte. El mundo no está hecho para los débiles.
Llevas razón.
El rayo volvió a recorrer su cerebro pero en dirección contraria para retirase de él, y dejarlo en paz.
-¡Aaarrrggghhh! –volvió a gritar. Luego, todo quedó en calma.
La muchacha que ya tenía un vínculo muy fuerte con Wylan antes que éste la defendiera de su padre, se sintió aún más unida a él a partir de ese momento. Y comenzó a sentir algo hacia el chico diferente de lo que sintió hasta entonces. En cuanto a su padre, Akelasha seguía queriéndolo igual que antes. Esto hizo que el Emperador en lo más profundo de sus sentimientos, se sintiera aún más arrepentido por lo que le hizo.
Wylan no se marchó. El Emperador no lo permitió, pues lo quería como a un hijo, aunque no lo tratara como tal.
Le obligó a seguir siéndolo.
Todo marchaba como éste quería hasta que Wylan comenzó a sentir por Akelasha lo mismo que ésta sentía hacia él.
Cuando el Emperador lo supo, fue el quién renegó de Wylan. Él siempre lo había visto como al hijo al que dejar su legado cuando ya no estuviera, a pesar de no serlo. Lo trataba cruelmente porque así debía ser. El día que ocupara su puesto tendría que ser fuerte. El mundo no estaba hecho para los débiles, y en su caso mucho menos. Debía ser el más fuerte de todos porque tendría que enfrentarse a ello a lo que él lo hacía cada día desde que recibió el poder. Y él sabía que era algo muy doloroso, casi inaguantable. Tanto, que no era el mismo desde entonces.
Pero la verdadera causa por la que no debían estar juntos era porque él siempre había pensado en la parte fácil para su hija, y la parte difícil para Wylan. El chico debería soportar la carga y ella vivir alejada de él, disfrutando la vida. Nunca debía saber nada del sufrimiento al que este se enfrentaría.
Así lo había hecho él, y ella ajena a ello, había sido feliz.
Pero si dejaba que los dos enamorados estuviesen juntos, su hija conocería la verdad a la que se enfrentó su padre, o sea, él; y a la que se enfrentaba Wylan.
Eso no sucedería nunca. Aunque para ello tuviese que quedarse sin sucesor. Ya se le ocurriría algo. Quizás, con más poder podría alargar su vida el tiempo necesario.


Decidió expulsarlo del reino. Lo odiaba por haber frustrado sus planes, y debía recibir un castigo terriblemente cruel. Conque antes se lo llevó a Kylonia. Le acompañaban sus dos esbirros y una pequeña parte de sus tropas.



Cuando llegaron, ante los ojos de Wylan, saquearon, incendiaron y destruyeron el pueblo. Mataron a todos los kylonianos excepto a los padres del chico, pues a ellos los dejaron para el final.
Mientras los soldados retenían al padre de Wylan, y uno de los esbirros sujetaba al muchacho, el otro se preparaba para violar a su madre. Ésta se dejó a sabiendas que si no lo hacía el otro esbirro desgarraría el cuello del chaval.
Para ello, el primero mandó a varios soldados a por una mesa que habían dejado intacta a cosa hecha. Cuando esta estuvo preparada, el hombre cogió a la mujer y la empujó sobre ella. Luego, la agarró y la giró bruscamente colocándola de espaldas a él. Seguidamente, hizo que se inclinara hacia adelante. A continuación, desgarró las pocas pieles que la cubrían y ayudándose de una mano, introdujo su miembro eréctil dentro de la muchacha. Le costó, pues los músculos del sexo de la mujer estaban rígidos. A pesar de ello, tras varias sacudidas suaves, el sexo del esbirro logró humedecerse y pudo continuar. El hombre fue penetrándola una y otra vez, mientras los soldados, el otro esbirro y el Emperador miraban. Ya que Wylan y su padre no eran capaces de hacerlo.
-¡Acaba de una vez, mal nacido! –gritó el bárbaro.
-Ja, ja, ja –rió el esbirro, al volver la mirada hacia el kylonio -. ¡Está disfrutando como jamás lo ha hecho contigo! ¿¡Verdad perra!?
Las embestidas eran cada vez más enérgicas, tanto que el hombre terminó exhausto.
La mujer se retiró de él e intentó cubrirse como pudo.
Cuando el esbirro se repuso, le dijo:
-¿Qué haces? Aún no hemos acabado contigo.
De modo, que fue hacia ella y la agarró por los pelos y la llevó hasta un poste algo quemado, que aún se sostenía en pie. Entonces, la amarró a él de espaldas a ellos.
-Ahora te toca a ti –le dijo un soldado al bárbaro. Lo obligaron a acercarse a su esposa, y entonces el Emperador le lanzó su látigo.
El esbirro le dijo:
-Dale tres latigazos, o la mataremos.
-No me podéis pedir eso.
-Claro que podemos –rieron.
El kylonio descargó el látigo una primera vez.
-¡Nooo! –gritó y forcejeo Wylan.
-¡Aaaaaahhhhh! –gritó la mujer.
El látigo crujió una segunda vez. El bárbaro pensó que le dolía darlos tanto como a ella recibirlos. Pero no había comparación.
-¡Aaaaahhhh! –ya casi no tenía fuerzas ni para gritar.
Wylan estaba llorando en silencio, sus lágrimas corrían por su rostro como ríos, sin embargo, no pronunció ni un leve sonido. Sólo el subir y bajar de su pequeña nuez, con cada latigazo.
Cuando el kylonio lanzó el látigo por tercera y última vez, el Emperador lanzó un hechizo sobre el arma y cuando ésta estalló sobre la espalda de la muchacha, lo hacía envuelta en llamas.
-¡AAAAAAAAAHHHHH! –gritó más fuerte que nunca. Después, casi se desmayó.
-¡Cobarde! ¡¿Qué has hecho?! –vociferó el kylonio.
Enfurecido, el bárbaro intentó descargarlo sobre el Emperador. Pero quedó paralizado.
-No, no, no, no. Veo que no has aprendido desde nuestro último encuentro –se acercó hasta él y recogió su látigo que ya no llameaba.
Los soldados cogieron al kylonio que aún se encontraba inmovilizado por el hechizo y le amarraron las muñecas tras la espalda. Luego, lo colocaron de rodillas con la cabeza sobre un tronco cortado. Y soltaron a su mujer. Esta desnuda, y muy malherida, casi no se tenía en pie.
-Mátalo o de lo contrario nosotros haremos lo propio con tu hijo.
La mujer se fijó en el hacha que tenía uno de los soldados que había junto a su marido. Sabía que era para ella.
Miró a su hijo y luego a su marido.
-No –balbuceó con un gesto de su cara.
El otro esbirro apretó más el gaznate del chico.
La mujer que se percató, ando a trompicones hasta que llegó al soldado, después le arrebató el hacha, y miró a su marido, quien, a pesar de no poder inmutarse, expresaba todo con su mirada.
Estuvo un rato pensando qué hacer.
-¡Hazlo de una vez! –gritó el esbirro que tenía a Wylan. Para asegurarse, apretó más su arma y dejó que dos gotas de sangre resbalaran del cuello del muchacho.
La mujer miró por última vez a su marido, y decidida elevó el hacha y la descargó separándole la cabeza del cuerpo. A continuación, soltó el arma y cayó de rodillas sobre el suelo en un mar de lágrimas.
-Ahora te toca a ti, muchacho –le dijo el esbirro que lo sujetaba.
-¿Qué? –dijo Wylan volviendo a la realidad de aquel infierno que se le antojaba una pesadilla.
-Hazle a ella lo mismo que le ha hecho a tu padre – ordenó el esbirro.
-¡Jamás lograréis que haga eso!
-¿Ah, no? Apuesto por lo contrario –el Emperador pronunció estas palabras y luego lanzó un hechizo sobre el chico. Éste entonces vio cómo su cuerpo se dirigía hacia su madre. No era dueño de sí mismo. Aquel hombre lo dirigía.
Cogió el hacha y cuando se disponía a levantarla, su madre le arrebató una daga a uno de los soldados y se la ha clavó a sí misma en el vientre.
Se está suicidando -pensó Wylan.
Su madre le dedicó una última mirada antes de morir. Jamás había visto alguna que desprendiera tanto cariño. Él la recordaría toda su vida. Era pura dulzura.
-¡Nooooooooo! –su cuerpo ya no estaba bajo los influjos del hechizo, así que reaccionó lanzando el hacha sobre el Emperador. Por suerte para él, que se había descuidado un momento, un soldado se interpuso salvándole la vida, y muriendo en el acto.
-¡Cogeeedlo! –gritó el Emperador.
Encerraron al chico en un carro con una jaula llena de barrotes y se dispusieron a regresar. Él, sujeto a los hierros, no retiró la mirada de los restos del pueblo que le vio nacer, hasta perderlos de vista. Poco después, mientras avanzaban de regreso a Tórnansut, el Emperador pasó en su caballo junto al carro donde marchaba el chico. Éste se había encerrado en sí mismo, y su mente distaba de donde se encontraban ahora.
-Si crees que has sufrido, tu castigo no ha hecho nada más que comenzar –fue la única frase que le dedicó el Emperador.
A Wylan ya eso no le importaba. Sólo pensaba en una cosa: mantenerse vivo para algún día vengarse de todo el dolor que a él y a todos los que alguna vez quiso le habían hecho.
Al llegar al reino, Wylan fue encarcelado durante unos días hasta que fue enviado a la Cantera de Esclavos de Shykria. Por aquel entonces, tenía once años.
Su vida allí fue muy dura. Aunque él había sufrido mucho adiestrándose como hijo del Emperador, no era lo mismo. Era un esclavo, y desde que supo lo que eso significaba se juró que si algún día tenía la oportunidad, acabaría con toda la esclavitud que hubiera en el mundo. En la cantera se había corrido la voz, tanto entre esclavos como guardias de quién era, y eso le hizo la vida más difícil aún. Además, estaba el hecho de vivir apartado de Akelasha para siempre. El no poder verla le supuso el peor de los sufrimientos. Pero, sabía que seguiría siendo así. De modo, que intentó mantener su mente en el trabajo. Con todo, no llegó a olvidarla.

Un día, por casualidad, cuando ya tenía quince años, trabajando en la cantera, se perdió sin querer, descubrió una gruta, y se adentró en ella.
Tanto lo hizo, que llegó a una zona por descubrir. Allí, fue atacado por un gran monstruo acuático con alas.
-¡GGRRRRHH! –sonó un ruido espantoso que se expandió con el eco por toda la gruta.
¡Ooh, no! ¿Qué es eso? pensó Wylan cuando lo vio-. Parece uno de los dragones de los cuentos que me contaba la Nodriza Superiora para irme a dormir. Pero no… es diferente. No es un dragón, es otra criatura. Si ni siquiera ella me habló de esto, es porque muy pocos han visto a esta bestia.
-¡GGGRRRRRHHH! –sonó de nuevo. El monstruo volaba tras él, mucho más cerca.
Wylan corrió como pudo entre los salientes y las húmedas rocas. Lo hizo tan rápido, que con tan poca visibilidad no vio el precipicio que tenía delante y cayó por él. Siguió cayendo, y cayendo hasta que por fin alcanzó un estanque de agua que había al final de él. Para su suerte, el agua del estanque por alguna razón era luminosa, y pudo sumergirse en él de la manera adecuada, introduciendo primero los pies y luego en línea vertical el cuerpo.
Debido a lo brutal que fue el impacto llegó a sumergirse hasta alcanzar el fondo del estanque. Allí vio un nido con unos enormes y gruesos cascarones de huevos más luminosos aún que el agua, que parecían muy antiguos, pues estaban fosilizados.
No creo que lo haya puesto él. Si son tan viejos, más bien, él haya nacido de uno de ellos. Creo que el agua debe su luz a los propios huevos.
Estaba en lo cierto, en todo lo que pensó. Aunque le faltó algo, que descubrió al salir del estanque. Se notaba cambiado. No físicamente, en cuanto a aspecto, pero sí en cuanto a sensaciones. Se notaba lleno de fuerza, podía ver mucho mejor en la oscuridad de la gruta, y se notaba diferente en otros aspectos. Aunque no sabía cuáles.
Cuando se cercioró que el monstruo no andaba cerca, siguió inspeccionado aquella parte baja de la gruta, y siguió adelante. Ahora, ayudado por su impresionante vista.
Tras una semana andando, llegó hasta la salida, que se hallaba muy lejana del lugar de la entrada de la gruta, y mucho más al sur.
Al salir al exterior, descubrió que se encontraba en una selva, en Kraasha. Notaba la presencia de muchos animales sin verlos. Debía ser aquella agua.
Avanzó adelante por aquella espesa selva, y tras varias horas dio con un poblado, o más bien, ellos dieron con él.
Los krashianos eran guerreros, una de las cinco hordas guerreras que existían en Ghylea. Se los conocía como la Horda de los Espadas Blancas.
Las otras hordas eran la de los Espadas Negras o fakianos, la de los Lanzas Afiladas o kibalas, la de los Máscaras de Guerra o yarathusas, y la de los Hachas Manchadas o grahars.
Los krashianos al enterarse del lugar que venía… la gruta, y al descubrir las aptitudes que el chico poseía, lo acogieron en su horda con agrado. Pues según decía una de sus profecías, algún día aparecería un muchacho que vendría de la gruta del monstruo al que todos los krashianos tenían miedo, dotado de poderes. Gracias a esa profecía, Wylan descubrió que el agua era luminosa y tenía propiedades mágicas debido que al eclosionar los huevos, éstos vertieron un fluido mágico y luminoso, que volvió al agua con éstas características. También supo cuáles eran los poderes que el agua le había otorgado, al bañarse en ella: entender, comprender, y sentir la presencia de los animales; una fuerza sobrehumana muy superior a la del resto de las razas; agilidad sin igual, incluso superior a la de los felinos; y los sentidos extremadamente desarrollados, en general.
Además, descubrió que los krashianos adoraban igual que temían a aquel monstruo, y que según sus antepasados cinco de ellos nacieron de aquellos huevos tras morir sus padres matándose, ya que se comían entre ellos… pues entre su antiquísima especie se regían por la ley del más fuerte. Solo éstos sobrevivían. Eso les pasó a las crías y desde entonces solo uno pudo sobrevivir y crecer hasta alcanzar la madurez.
El único krashiano tan valiente como para atreverse a entrar en la gruta era su líder. Solo él pues, había visto al monstruo en realidad, pero no llegó a poder bañarse en el estanque. Tuvo que huir para salvar la vida. Con todo, logró llevarse algo muy preciado, uno de los huesos de los otros monstruos muertos en el pasado.
Aquellos huesos, como el agua, eran mágicos. Con él, El líder krashiano mandó que le hicieran una espada. Y desde entonces, era la espada más poderosa de toda Ghylea.
Wylan, desde su llegada, vivió con los krashianos, aprendió su cultura, sus artes guerreras y muchas otras cosas.

Un día salieron de caza. Tardaron bastante en llegar a su destino, el Desierto de Ráshlar. Aquella vez, se disponían a cazar smilodones, más conocidos por Tigres Dientes de Sable. Los krashianos apreciaban mucho su carne, su piel, sus garras, y sobretodo, sus colmillos. Se alimentaban de la primera, se vestían de la segunda, se adornaban de las terceras (colgándose las garras en colgantes como trofeos), y utilizaban los cuartos, los colmillos, como puñales.
En aquel desierto de tierra árida también solía haber uros, bisontes o hasta mamuts.
A medida que se adentraban en el desierto se veían muchos esqueletos de estos animales, pues había poca hierba, y eso provocaba que los Dientes de Sable estuvieran en clara ventaja, pues sus víctimas se encontraban la mayoría de las veces débiles.
Los krashianos no utilizaban sus espadas blancas en la caza, sólo se valían de sus colmillos, flechas y redes para ello.
Agachados, avanzaban a rastras por suelo y lanzaban sus flechas a sus víctimas. Si lograban acertar, corrían tras ellas y les lanzaban sus redes; por último, las remataban en el cuello con sus colmillos.

Wylan decidió que el no mataría a su presa, que sí la atrapaba sería, no su mascota, sino su mejor amigo. Utilizó casi la misma táctica que los de su horda. Sin embargo, no le lanzó ninguna flecha. Se fue acercando hasta él sigilosamente… cuando estuvo cerca y el Dientes de Sable se percató, se adentró en la mente del animal y estuvo ganándose su confianza poco a poco. Igualmente se fue acercando, pero como el animal no dio su brazo a torcer del todo, le lanzó su red, y rápidamente saltó con una agilidad asombrosa sobre éste. Estuvo luchando con él, sujetándole con ambas manos la mandíbula. Gracias a su enorme fuerza Wylan venció, y el animal terminó exhausto, casi sin aliento.
Le había demostrado quien era el más fuerte, ahora tenía que ganarse su confianza. De modo, que se acercó, y lo acarició con dulzura durante largo rato. Al mismo tiempo, conversaba con él (sin palabras) tranquilamente. Cuando el animal recupero sus fuerzas, ya no le veía como un enemigo, sino como a un amigo. Así, que a partir de entonces ya jamás se separaría de él.
Cuando Wylan se hizo adulto, decidió enfrentarse al líder krashiano; no para ocupar su lugar, sino por otras dos razones: quería su espada, y para ello tenía que vencerlo; y la otra, porque pensó que había llegado el momento de marchar del pueblo, para vivir su propia vida, y para ello también tenía que vencerlo, porque según las costumbres krashianas nadie podía abandonar la horda. La única posibilidad era vencer al líder en un combate.
Gracias a sus poderes lo venció sin dificultad. De modo, que se ganó la espada, y dejó Krashia acompañado de su Tigre Dientes de Sable.

Su pensamiento a largo plazo, el de vengar algún día a su verdadero pueblo y familia. 

Su objetivo, el de luchar contra la esclavitud impuesta por el Emperador.

Su esperanza, volver a ver a su querida Akelasha…