DRAGONES ROJOS
La batalla contra los
draconianos hacía horas que había comenzado. Hasta los tres soles habían hecho
aparición en el cielo, para no perderse el espectáculo.
Las escamas de los
draconianos brillaban a la luz de éstos, mientras luchaban con los soldados de
los reinos del oeste.
Las horribles criaturas
estaban equipadas con armaduras y cotas de mallas, y llevaban capas. Su arma
principal era la espada, pero también utilizaban lanzas, cahiporras, o puñales;
e iban protegidos con un pequeño escudo redondo que llevaban en uno de los
antebrazos.
Mónckhar no esperaba
que estuvieran también guarnecidos. Además, su dura piel los protegía; y golpes
de espada que a un hombre hubiesen herido gravemente, a ellos sólo les causaba
heridas leves.
Silvan intentaba
dirigir las tropas de la forma que causara el mayor daño al enemigo. Por el
momento, le llevaba todo el tiempo. Así, que prácticamente no había matado
draconianos hasta ahora.
Como Eléndil y Jorel
habían llegado en las águilas gigantes, varios draconianos se habían elevado
volando para hacerles frente. De todas formas, las águilas ayudaban, y con sus
garras y picos atacaban a los enemigos con terribles consecuencias para ellos.
No obstante, Eléndil y Jorel se bastaban ellos mismos para acabar con sus
enemigos.
Momentos después, llegaban Kevin y Yúnik.
El joven dragón verde
no tardó en demostrar que ya no era el pequeño dragoncito de hace dos años.
Hizo una pasada por encima del ejército de draconianos, y lanzó un par de
llamaradas. Al menos, cinco de aquellas criaturas probaron en sus carnes el
fuego del dragón, y murieron al instante carbonizados.
-¡Me alegro de verte! -le dijo Silvan a
Kevin.
-Lo mismo digo -contestó éste.
El Rey Mónckhar que
andaba por allí cerca, también saludo al muchacho:
-Veo que no me equivoqué al enviarte al
cementerio de dragones. Has cambiado tu indumentaria, pero… ¿has conseguido las
armas mágicas?
-Sólo una majestad. Aunque es muy eficaz
-Kevin alzó el arco para mostrárselo-. Observad un momento y lo comprobaréis.
Kevin lanzó una flecha
mágica a los enemigos. Cuando impactó sobre los draconianos hubo una pequeña
explosión de luz verde, y cuatro de ellos murieron rápidamente.
-Haz hecho un buen trabajo, chico -le dijo el
rey, mientras se desembarazaba de un draconiano verde.
-Gracias majestad. Seguiré haciéndolo,
acabando con estas criaturas.
Horas más tarde, se unieron a la batalla los ángeles Láslandriel
e Ilene, los avens -más conocidos como hombres-pájaro-, y los ewoks.
Los ángeles como los
draconianos podían volar. Lo mismo luchaban en el aire con alguno de ellos, que
a pie de tierra; Láslandriel con su espadón de Cesglan e Ilene con su espada de
Cesglan de dos extremos.
Los avens y los ewoks
luchaban desde el cielo. Los primeros arrojaban pequeñas lanzas que cogían de
un carcaj que tenían en su espalda. Además, llevaban sujetos con las garras a
los ewoks. Éstos, con sus pequeños arcos lanzaban infinidad de cortas flechas
envenenadas, que una vez alcanzaban a los draconianos, lograban de forma eficaz
su cometido, que no era otro que el de acabar con ellos.
A pesar de todos, los
draconianos luchaban bastante bien, y eran muy resistentes…
…y no sólo eso. Tenían
un plan b.
De improviso, de los orificios de los tres volcanes comenzaron a
salir al exterior un gran número de dragones rojos. Iniciaron su vuelo hacia
arriba, y una vez en el cielo, observaron la situación y se lanzaron en picado.
Como se decía, eran más grandes que los azules y por supuesto los verdes.
Ocho de ellos iban
ensillados, y sobre sus sillas, montaban los líderes draconianos.
Uno de cada color;
desde el verde hasta el draconiano dorado que era líder supremo de todos los
draconianos.
Kevin y Yúnik, al verlos, se lanzaron hacia el draconiano verde.
Por suerte para ellos, Kevin tenía el arma y la armadura del antiguo caballero
de dragón verde.
Como era de esperar, el
draconiano dorado se dirigió con su dragón rojo a por el Rey Mónckhar. Kevin
tardó unos segundos en darse cuenta, sin embargo reaccionó rápidamente… lanzó
una flecha mágica al dragón del líder supremo, pero el dragón rojo que era muy
listo, la esperaba… y con un ágil giro
la esquivó. La flecha alcanzó sin embargo, al dragón dirigido por el líder
azul… y ambos cayeron poco después a tierra, aplastando y acabando con las
vidas de muchos de ambos bandos. Con todo, el dragón y el líder draconiano
murieron igualmente.
Por suerte para el rey,
el draconiano dorado no quiso acabar con él de una llamarada. Aterrizó en
tierra, y todos los que protegían al rey tuvieron que huir para salvar la vida.
El líder supremo se
batió en duelo con el rey. Mientras tanto, Kevin que ya había acabado con los
draconianos verde y azul y sus dragones, instó a Yúnik a luchar con el dragón
del líder supremo.
Por otro lado, Eléndil
se ocupaba de los dragones rojos sin jinete. Pero no podía con todos, ni aún
con la ayuda de las águilas gigantes, Jorel, los avens, los ewoks y los
ángeles.
Silvan y sus hombres
también lo estaban pasando mal.
Al llegar lo dragones,
su ejército se vio reducido considerablemente, abrazado por la llamas de éstos;
otros morían aplastados, cogidos por las garras de las inmensas criaturas
voladoras, o acababan en los estómagos de éstas.
Los draconianos
aprovecharon la desventaja numérica del enemigo, e hicieron estragos.
Aunque el rey luchaba
muy bien, el draconiano era físicamente mucho más fuerte y resistente… incluso
a las heridas. Además, tenía una habilidad luchando, inigualable por ningún otro
de su especie. De modo, que al ver al rey cansado, decidió aprovechar esa
habilidad, para con un movimiento rápido colocarse espalda con espalda al rey;
y en esa misma posición, atravesarlo con su espada empuñada hacia atrás.
Una vez dieron muerte
al dragón del líder supremo, Kevin y Yúnik acudieron en ayuda de su rey.
Cuando vieron lo
sucedido, era demasiado tarde, el rey estaba en el suelo moribundo bañado en
sangre.
Kevin volvió a tensar
su arco mágico, pero esta vez con toda su fuerza para que la flecha tomara la
máxima velocidad… y apuntando bien a su enemigo, la lanzó. Esta vez no podía
fallar, el draconiano dorado no tenía a su dragón para salvarlo… aún así,
intentó huir inútilmente, pues la velocidad de la flecha mágica era tal, que no
le dio tiempo prácticamente a levantar el vuelo, y fue alcanzado por el
impacto, muriendo en el acto.
Cuando Kevin volvió su
vista hacia el rey, se encontraba en los brazos de Silvan.
-Ha muerto -se limitó a decir el general.
-Intenté evitarlo pero, llegué demasiado tarde
-logró decir el joven.
-Debemos marcharnos, o acabarán con todos
nosotros.
-Creo que tienes razón.
Luego el general puso
el cuerpo inerte del rey sobre Yúnik.
-Regresa con él a Longoria. Debe ser enterrado
como se merece.
Dicho esto, Kevin y
Yúnik levantaron el vuelo y se dirigieron de vuelta a Longoria.
El general Silvan tras
poner sobre aviso a los avens, los ángeles, los ewoks, a Eléndil y Jorel,
anunció la retirada a sus tropas, que a duras penas pudieron escapar escondidos
entre las montañas.
En los días siguientes, los avens, y los ewoks se encontraban ya
en sus pueblos…
…Pero los soldados del
ejército fueron buscados por los draconianos entre las montañas.
Lograron dar caza a
algunos, pero la mayoría consiguieron regresar a Longoria junto a Silvan. Mucho
antes lo hicieron los ángeles, Eléndil y Jorel.
Más de la mitad de las
tropas enviadas murieron en aquella batalla, conocida como “La Batalla de
Draconia”. La primera batalla perdida por las fuerzas del bien, en la Era de
Ízmer. La batalla en la que murió el Rey Mónckhar.
En la Torre de Ízmer, el malvado elfo oscuro informado de todo
gracias a su esfera y a los draconianos que ahora estaban a su servicio en su
fortaleza, junto con los guerreros del caos…
Estaba encantado con el
resultado de la última batalla. No sólo porque había ganado. Por supuesto, era
importante… Pero le daba más valor al hecho de la muerte del rey de longoria;
el rey con más poder en todo Shakával. Después de ésto, seguro que el reino de
Longoria sería mucho más débil, pensaba Ízmer.
Su sobrino Ellorion,
había mejorado mucho como mago, había alcanzado el tercer nivel de magia -magia
avanzada-. Logrando así, ser el mejor aprendiz de elfo oscuro que había en la
actualidad.
Cuando Tristan, Gúnnar y Jim tuvieron
noticias del resultado de la batalla, también volvieron a Longoria para
asistir al entierro del rey, y poner al corriente a la reina y al príncipe de
cual era la situación en los reinos del este. La reina se mostró preocupada por
el destino de estos reinos. De modo, que más adelante, Tristan, Gúnnar y
Jim volverían a ellos para ayudarlos.
El barco elfo en el que viajaban los príncipes silvanos, habían
llegado a Búrds hacía diez días.
Poco después, la carroza real regresaba nuevamente a Silvanya.
El rey había muerto, y
según las leyes silvanas, los príncipes debían ascender al trono. De modo, que
hicieron los preparativos para que días más tarde, se proclamaran reyes de
Silvanya.
A diferencia que
ocurrió en su boda, que acudieron invitados muy diversos… tras la muerte del
rey, ésta no era una ocasión para celebraciones y fiestas.
Fue algo muy íntimo, y
sólo estaban presentes los elfos del reino.
Como era habitual en
Silvanya, cada vez que nuevos reyes subían al trono, se entregaban nuevas
coronas, diferentes a las anteriores. La antigua corona real descansaba ahora
en la tumba de Almare, sobre su cabeza.
Debido a ello, cada
corona era única. A Isilion le fue entregada una corona dorada, hermosamente
labrada con motivos elfos.
Y a Mialee, una
preciosa corona plateada que asemejaba ramas muy finas de los árboles del
bosque iluminado, con sus hojas, floreciendo entrelazadas.
Con la entrega de
coronas, y los juramentos de lealtad al reino, Isilion y Mialee se convirtieron
en reyes de Silvanya, y su hijo Joel, pasó a ser el nuevo príncipe silvano.
Por otra parte, Lana que se había examinado y había aprobado, ya
le habían entregado la túnica gris. Estaba contenta no sólo por ello, sino
porque, Silvan su amado, aunque derrotado, había vuelto de la batalla
prácticamente sin heridas.
Como el rey había
muerto en la batalla, decidieron posponer su boda para más adelante.
A Mónckhar lo enterraron rindiéndole los honores propios de un
rey. Había muerto dándolo todo siempre por su reino. Por ello, su pérdida no
sólo fue dura para la reina Thora y su hijo, el príncipe Ántrax… igualmente,
todos los habitantes del reino que habían acudido al entierro, sentían
profundamente su pérdida. Tardarían muchos años en volver a reinar un rey tan
querido como él.
Estaban presentes todos
los héroes que habían participado en las últimas tres batallas contra Ízmer, y
que aún seguían con vida. Además, los reyes de cada uno de los reinos humanos
sin someter aún por el enemigo, también habían acudido.
Tras la muerte del rey,
la Reina Thora se convertía ahora en la única dirigente del reino. Con todo, el
tema bélico sería llevado principalmente por su hijo, el príncipe Ántrax,
ayudado por el general Silvan. De todos modos, al príncipe le había gustado
siempre escuchar la sabia opinión de su madre; así, que ésta lo asesoraría, en
cierto modo.
Pasados varios meses de la muerte del rey, se organizaron los
preparativos para la boda entre Silvan y Lana. A continuación, eligieron un
hermoso día para la boda… porque ésta se iniciaría a mediodía.
Como el palacio de
Longoria carecía de jardines, se realizó en el interior de éste.
La familia de Lana
estaba inmensa de felicidad. Allí estaban su madre, su hermana Kesha y su
cuñado Peter… y su hermano Joyce, junto a su novia Crýstal, y su suegro, que
había regresado con Silvan de la batalla.
Eléndil y Edna, sus dos
maestros, también se alegraban mucho por ella.
A Silvan, en cambio, no
le quedaba familia. Era hijo único, y sus padres hacía tiempo que habían sido
asesinados por el enemigo -motivo por el cuál se apuntó al ejército-. De todas
formas, habían venido todos sus amigos.
El vestido de la novia
no era una de sus ilusiones. Había preferido no utilizar la magia y llevar un
vestido creado por los mejores sastres del reino. A pesar de ello, era
maravilloso… De color blanco roto, con bordados rosa apagado y verde claros,
Lana lucía espléndida con él.
Silvan también estaba
radiante con su traje confeccionado en distintos tonos de azul y celeste.
Tras la entrega de los
anillos y la bendición de la Reina Thora, Silvan y Lana se besaron como dos
recién enamorados, y concluyó el enlace.
Después, les esperaba
un banquete digno de reyes, y una fiesta, animada con los mejores músicos del
reino.
Todos estuvieron
charlando, riendo y sobretodo bailando, hasta bien avanzada la noche.
A la mañana siguiente, los novios salían en el carruaje real,
escoltados por dos guardias reales montados a caballo… por una de las cuatro
calles principales de la ciudad, para irse de viaje de novios. La calle se
llenó de todo tipo de gente que acudió a desearles mucha felicidad.
Durante su luna de miel, recorrieron cada uno de los reinos del
oeste; y como la gente les deseó, fueron muy felices.
Ya tendrían tiempo más adelante, para nuevas aventuras junto a
Kevin, Éric, Susan, y todos sus demás amigos, buscando el resto de las
Dragonstones…
FIN
¡Wow! ¡La batalla fue dura! Me parecía que no vencerían, aunque por suerte no todos murieron. Sufrieron un duro golpe al perder al rey Mónckhar... Y los Draconianos tenían un "plan B"... Cuando leí eso pensé en los dragones que controlarían al tener una de las Dragonstones y eso pasó... Je, je, je. Sin embargo, sobrevivieron varios. Sería interesante ver como Kevin, Éric, Susan y compañía recuperan esa Dragonstones, será una tarea sumamente difícil.
ResponderEliminarLana y Silvian se casaron finalmente, una vez que la pena por la muerte del rey menguó. Que aprovechen la luna de miel porque luego tendrán bastante trabajo, je, je, je, je.
Y ahora Ízmer a puesto sus ojos en Longoria de nuevo, pero ahora Ellorion se ha vuelto más poderoso... El mal se fortalece cada vez más y más.
Y ahora... todo terminó, por ahora, je, je, je. ¡Uuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhh! Ahora voy a tener que esperar para saber cómo sigue todo T-T Estoy seguro que lo que vendrá será más emocionante y más dramático. Felicitaciones por esta gran parte de la historia. Tendrás que ponerte con la siguiente parte... ¡AHORA! je, je, je. Nah, sé que primero te encargarás de las Crónicas de Érdwill primero antes de seguir con esto (del cual también espero os capítulos, je, je, je, je).
Nos vemos en la próxima y, de nuevo, felicitaciones. ¡Saludos!
Parece que lo intuiste todo. Eso quiere decir que no se me dan bien los finales. Bueno, este fue mi primer libro, así que es normal que sea predecible.
EliminarSí, como dices, el mal es cada vez más fuerte.
Primero publicaré Tierras de Gyadomea, después seguiré con los capítulos de Érdwill, después comenzaré el segundo de Dragonstones, más adelante publicaré Érdwill, y cuando tenga la mitad de los capítulos del segundo de Dragonstones, me pondré al mismo tiempo a escribir LNO: Luz Neutralidad Oscuridad.
Gracias por estar ahí siempre. Un abrazo.
Ohhhhh y ya se acabó... T-T ¿Y qué voy a leer yo ahora? T-T
ResponderEliminarQué mal... han sido derrotados... Claro que con los jefes draconianos montados en los dragones rojos, era complicada la batalla. Pero lo que menos me ha gustado ha sido la muerte del rey longoriano. Jooo... la reina debe estar muy triste, con lo que se querían. Ahora Susan tendrá que darle su apoyo.
Y por fin Sylvan y Lana se casaron. Una estampa preciosa la de los novios. :)
Bueno, José, pues me lo he pasado súper bien con este libro. Es del tipo de aventuras que siempre me ha gustado, cargado de aventuras, amor, fantasía, magia... Y con el toque personal que le das gracias a tu imaginación. Me ha encantado.
Pues nada, ahora sólo me queda esperar para que cuelgues algún otro capítulo, porque el otro libro no lo voy a leer aquí, me voy a esperar a que lo publiques para poderlo tener en mis manos (Lo vas a publicar en papel, ¿no?) Y así poder decir: "Es miiioooo, mi tesoooorooo" rollo Gollum XD Y si no es en papel, pues en digital ^^
Un besote y un fuerte abrazo :) ¡Hasta tu próxima aventura!
Jajaja. Pero si lees infinidad de blogs todos los días... Prometo volver con Érdwill a primeros de Junio, y una vez lo coja, lo haré mucho más de seguidas. Además, tenemos pendiente nuestro escrito a medias.
EliminarSí, cayeron en la batalla. Sus adversarios eran muy fuertes y esta vez tenían la ayuda de los dragones rojos.
Una muerte triste, y un gran golpe para la reina.
La boda es un símbolo de un rayo de luz, en medio de la oscuridad.
Gracias, que bonitas palabras. Ayudan a seguir escribiendo.
En cuanto a Gyadomea al final no me he puesto con el proceso hoy, veremos mañana, es bastante complicado, casi no me creo que esté tan cerca de poder publicar mi primer libro. Se me hace algo irreal. Y hasta que no lo tenga en mis manos, sí has leído bien, quiero publicarlo también en papel, no me lo creeré del todo.
Gracias. Me llenas de alegría al saber que te lo compraras, y en papel. ¡QUE GUAY!
Otro a ti, de ambas cosas. ;-)
¡Nos vemos en la próxima!
Me gustó mucho la batalla, la mejor de todas hasta ahora... pero menuda faena la retirada, nunca me ha gustado eso... Recuerdo en este caso la batalla del Abismo de Helm. Por cierto, este verano seguramente podré leer dicha batalla, además de haberla visto, estoy empezando el primer libro del Señor de los Anillos :) (sé que la batalla se encuentra en la segunda parte, pero después del primero viene el segundo).
ResponderEliminarVuelvo a el capítulo, perdón. QUE BONITA LA BODA aish :) :3 Qué ilusión... te ha quedado preciosa.
En general todo el capítulo te ha quedado muy bien, uno de los mejores en mi opinión, felicidades.
¿Y ahora qué? jaja. Al final no me ha quedado claro si vas a colgar el siguiente libro o no... si es que sí, lo espero con ansias :)
Saludos ^^
Sí, no creo que la batalla sea para tanto... lo mejor de ella creo que no me excedí tanto como con las otras en cuanto extensión.
EliminarYo además de ver las tres pelis también leí los libros hace tiempo, también leí el hobbit aunque no vi aún su última peli, los hijos de Hurín, muy anterior, y la primera parte de toda la historia de la Tierra Media , la que habla de los dioses Valar, y la de los Noldor, o primeros elfos...
Gracias.
En cuanto al segundo libro de Dragonstones, sí, lo colgaré enterito como éste y el tercero en el blog. Comenzaré a escribirlo y colgarlo en el blog en enero del próximo año.
Saludos, y muchísimas gracias por leer y comentar esta historia, ya formas parte también de ti... jeje.